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sábado, 23 de enero de 2016

El Rig Veda y el Bhagavad-Gita en la antigua India

Agnim ile puro hitan yagyasiadevam ritvijam hotaram ratnadha


Con este verso comienza el Rig Veda, núcleo primigenio de la Rig-Samhita o ("Colección Armoniosa"), y que bien podría ser una de las más ricas, antiguas y venerables tradiciones en la historia de la humanidad. Esa Samhita, según la misma tradición védica, es increada y eterna. Sin embargo, se ha ido revelando a la humanidad progresivamente, en un proceso similar a los que siguen los seres de la naturaleza al formarse, crecer y madurar. Del mismo modo, que cuando ponemos una semilla en la tierra, y tras echarle agua, de súbito sale de su letargo y asoma un pequeño y tierno tallo, que contiene ya en si toda la majestad de un árbol, con su tronco ramas y hojas, o como al juntarse un óvulo y un espermio tenemos de pronto ¡la vida humana!, y en ese embrión ya esta todo el hombre, tal como será cuando adulto, con sus manos, cerebro y corazón, todo comprimido en unas cuantas claves cromosómicas, así en la tradición védica se dice que en las primeras dos letras (AG) del Rig Veda esta contenido el primer verso, y en el primer verso esta condensado el primer himno (sukta), y en el primer sukta se incluye el Rig Veda completo, con sus 1.028 himnos. A su vez, el Rig Veda contiene en potencia  todos los sucesivos comentarios y libros derivados.



A-G
El Árbol Védico

o Desarrollo Histórico del Saber Universal Pleno.
Los sonidos "a" y "g" simbolizan el origen y la extinción, o sea la totalidad de un ciclo, "a" expresa el hálito vocal o vivacidad más elemental, "g" es el cierre brusco y total del aliento al pronunciar palabras. La expresión "ag" equivale, pues, a una semilla, y el paso súbito de la "a" a la "g" reproduce seminalmente el proceso completo de la revelación divina. La letra sánscrita "a" representa la eternidad o un punto situado en el infinito, desde la cual surge la Samhita.
De cada rama del árbol védico se han desprendido miles de comentarios hechos en sánscrito. Según la biblioteca sánscrita de Bombay, solo las obras clásicas sobrepasan fácilmente las diez mil. Todas las formas de culto o ideas religiosas en la India reconocen depender y basarse en el Rig Veda. El Rig Veda es la pauta para cualquier variación. Sin embargo en el vedismo también se dice que si una de estas ramas, por alejarse tanto del tronco, deja de recibir savia, se seca y no expresa ya vida. Para todo aquel que se siente conectado con la tradición védica, se precisa la experiencia cotidiana del Veda como ejercicio espiritual (digamos, éxtasis místico para encontrar el conocimiento universal pleno), de ese modo aunque su fase de expresión védica sea alejada, equivaldrá a una ramita bien nutrida, y como tal, podrá desarrollar una semilla  que a su vez contenga comprimido todo el árbol védico. Sucesiones infinitas, universos dentro de universos, como si cada átomo contuviera un universo y nuestro universo fuera  un átomo dentro de otro universo, la literatura védica es el más antiguo exponente de esta idea de universos (o existencias), agrandándose o achicándose hasta el infinito.
El Veda es accesible y comprensible a cualquiera que lo busque, este se verá solamente retrasado por los errores o karmas acumulados que nublan la luz del entendimiento, por lo que las criaturas son fácilmente tentadas a cometer errores, cayendo en un error constante, olvidando y viviendo encandilado y engañado en reflejos fatuos que no son.
El Rig Veda fue compuesto físicamente entre los años 1400 y 1000 antes de Cristo, en la región norponiente de la India y en Afganistán. Estas enseñanzas han sido traspasadas oralmente de generación en generación. se dice en la India que la historia humana ha tenido muchas eras, cada una es un ciclo completo de nacimiento, desarrollo y destrucción, regido por una encarnación de Vishnú.

El Ramayana 

Es una de las obras más sublimes y compactas de la literatura sánscrita. Se atribuye a Valmiki, poeta védico que bien pudo haberla ordenado, imponiéndole su sello, la forma definitiva se habría logrado hacia el siglo VIII ac. es voluminoso, aunque no tan excesivo como el Mahabharata, el argumento central del Ramayana consiste en una epopeya sobre las aventuras del príncipe Rama, encarnación de Vishnú que solo descubre la verdadera dimensión de la existencia cuando al final de las tareas que debe emprender para liberar a su esposa y recuperar el trono usurpado por una de sus madrastras, aflora su conciencia divina.

Rey Parikshit

El Mahabharata

El mismo drama del Ramayana es repetido en el Mahabharata, la otra epopeya de la literatura hindú, de complejísimo simbolismo y que , en su nivel histórico, explica el nacimiento de la sociedad hindú representada en el rey Parikshit, descendiente directo del príncipe Arjuna  (la etnia y la tradición arias) y de Krishna (el dios más conspicuo de la literatura hindú). Este relata la guerra de los Bharata, hecho histórico real, que se remonta al primer siglo de vida de los arios en la India, en sus roces con los indígenas o entre ellos mismos, pero que es  ascendido a la categoría de argumento poético para contener un mensaje más trascendente.

El "Bhagavad-Gita"

El Mahabharata  contiene una sublime enseñanza espiritual, cuya quintaesencia se presenta en el capítulo llamado " El Canto del Señor", mejor conocido como el Bhagavad-Gita, considerado una de las producciones poéticas mas preciosas de la historia de la humanidad. En sus breves excelsos versos radica lo mejor del genio indio. El Gita (como se suele abreviar) es el dialogo que sostiene el príncipe Arjuna con su consejero y amigo Krishna (dios, vestido de incógnito), momentos antes de celebrarse la batalla campal ente Kauravas y Pandavas en la llanura del Kurushetra, sitio real entre el Ganges y el Yamuna. Como Arjuna titubea, porque no desea entrar en liza con sus propios parientes, Krishna lo insta a no abstenerce de la acción (Karma), sino a realizarla, pero con desprendimiento, como un deber.
El Avatar

La larga arenga de Krishna es un compendio destilado de lo mejor de la filosofía yoga (o realización del ser). Arjuna es el alma individual que desvaría y vacila ante los escollos y pesares del existir, Krishna es el Amor de Dios, que anima en todo momento al hombre a superar lo aparentemente adverso, puesto que solo se trata de pruebas destinadas a intensificar el anhelo del Bien Supremo, la búsqueda de la perfección. La meta del hombre, idealizada en el Gita, es llegar a identificarse con la conciencia que Dios tiene de sí, y por consiguiente, a unirse con la creación universal, revelación de Dios. El cantar culmina cuando Arjuna reconoce en su amigo nada menos que a  Dios encarnado (el Avatar).
El Gita puede interpretarse en 7 niveles, como 7 son los estados posibles de la conciencia humana, a saber: inconsciencia, sueño, vigilia o conciencia ordinaria, conciencia trascendental (samadhi), conciencia cósmica (purusha), conciencia divina (kaivalia), y conciencia de unidad (nirvana).

Auroras reflejadas tal cual en el mar.
De la indiferencia a la sabiduría hay un paso. Porque la actitud de indiferencia rompe el encanto de la diferencias y predispone al verdadero conocimiento, en que el sujeto cognoscente, el objeto conocido y el medio a través del cual el sujeto conoce al objeto, son lo mismo (no hay diferencias  si hay indiferencias ni indiferencias en si mismas). Ese conocimiento unitivo (yug, yoga) es salvador, porque la Totalidad de la que todo emana, en que todo se sostiene y a lo que todo retorna, es imperecedera.


NAMASTE

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