Buscar en este Blog

jueves, 28 de enero de 2016

Origenes Religiosos de los antiguos Sumerios

Hace 3000 y 2000 años antes de Cristo en la antigua Mesopotamia, la civilización Sumeria considerada una de las primeras y más antiguas civilizaciones del mundo tenían creencias religiosas en donde veían el origen de todas las cosas en dos principios (o fuerzas) opuestas: Apsu, principio masculino, origen del bien, y Tiamat, principio femenino, origen del mal. Apsu era el padre del mar y de los planetas, mientras que Tiamat era la madre del barro y de los monstruos. Los dos estaban representados por el agua, en efecto, para los sumerios, el mar, los ríos y los canales formaban la primera condición  para   la    vida.   De la unión de ambos principios nacían los dioses. Primero, el dios del cielo y la diosa    de   la   Tierra,    que    tuvieron   3     hijos:    Anu, el    más    grande        de     los      dioses     propiamente      dichos, que reinaba en el cielo; Ea, que reinaba en el mar (también dios de la sabiduría), y Enlil, que reinaba en la Tierra. Ea creó al hombre del barro, pero como Enlil era el dios de la Tierra, Sumeria y toda la humanidad estaban colocados bajo su poder.  Las tres divinidades habían creado también el Sol, la Luna y las estrellas; los distintos dioses estaban asociados a los cuerpos celestes, idea que fue adoptada por civilizaciones posteriores. El planeta que recibió más tarde el nombre de Venus (o Afrodita), la diosa del Amor entre los romanos (o entre los griegos), estaba ya asociado entre los sumerios a su diosa del Amor,  Istar (una de las esposas de Anu).  He aquí un relato sumerio sobre el dios Enlil.

Enlil "Dios de la Tierra"
Sin Enlil, príncipe de cielos y tierra,
ninguna ciudad sería edificada, ni establecimiento fundado;
ni establo construido, ni aprisco instalado;
ningún rey sería proclamado, ni sumo sacerdote nacido;
ni pontífice, ni gran sacerdotisa sería escogida
por aquella que predice el porvenir;
los trabajadores no tendrían dueño, ni capataz;
los ríos no saldrían de madre;
los peces del mar no depositarían sus huevos en el juncal;
las aves del cielo no construirían sus nidos en la ancha tierra;
en el cielo, las nubes vagabundas no darían humedad;
ni plantas, ni hierbas, gloria del campo, podrían crecer;
ni en campiña o pradera, los ricos cereales no podrían florecer;
los árboles plantados en el boscoso monte no darían frutos.
También se desprenden de aquí los posteriores relatos cristianos del Génesis de la Biblia acerca del diluvio universal, dado que los relatos sumerios cuentan que Enlil, descontento de los hombres y con la aprobación de los demás dioses, decidió castigarlos por sus pecados, enviándoles una terrible inundación. Pero Ea, dios del mar y la sabiduría, era contrario a este castigo y advirtió a su amigo o favorito, en este caso el héroe de esta leyenda asirio-babilónica equivalente a Noé del Génesis, es Ziustra también llamado Utnapishtim, el ultimo de los antiguos reyes de Babilonia,

Utnapishtim o Ziustra en el arca.
quien construyó un barco que pudo salvarles a él, a su familia y a sus animales (una pareja de todos los seres que vivían en la tierra). La catástrofe fue en la ciudad de Suripak, e n  el  Éufrates, cerca del lugar donde el rio desemboca  en el Golfo Pérsico, los relatos y leyendas sumerias cuentan que la tempestad duró 6 días y 6 noches, "el mundo entero se convirtió en océano", inundando toda la vida en la Tierra, al séptimo día la tormenta cedió y el mar recobro calma y el barco se posó en el Monte Nisir, luego de otros 6 días, ya  seguro de que la Tierra estaba libre de aguas habiendo enviado un cuervo que no volvió al barco, tomó la decisión de salir del navío para después ofrecer un sacrificio en la montaña.  Luego, que los demás dioses se arrepintieron de haber desencadenado el diluvio se reconciliaron, aliviaron y alegraron de que el ser humano hubiera podido sobrevivir, a la gran inundación.
Luego de ello el hijo de Ea, Marduk después de acabar con el yugo de Enlil y de Anu se convirtió en el señor del cielo y la tierra, heredando a su vez su como su padre Ea su amistad con el ser humano, pasando a crear en el periodo neo babilónico nuevas leyendas sobre la creación como un elogio a Marduk, el dios tutelar de Babilonia, celebrado aquí como el dios de la Creación, donde luego se hiciera el siguiente relato:
El Dios Marduk

 Marduk cubrió las aguas con un lecho de cañas,
después creó la Tierra v la llenó de estas cañas.
Y para dar a los dioses mansiones esbeltas,
creó a los hombres.
Con él, Aruru (diosa del nacimiento) creó la descendencia humana.
Creó los animales de los campos y los seres vivos de la Tierra.
Creó el Tigris y el Éufrates, trazó sus cursos 
y les dio su nombre.
Creó el trigo, la hierba, la caña y los matorrales,
la tierra buena, los prados y las marismas,
la vaca vagabunda y su hijito, el ternero, la oveja 
y su hijo, el cordero del rebaño,
creó los campos y los bosques,
el macho cabrío y la gacela.

Los babilonios posteriores a los sumerios, creían que los dioses crearon al hombre para su servicio y estos poder así gozar de un reposo egoísta. Para hacer al hombre, los dioses tomaron un poco de barro, lo mezclaron con la sangre de otro dios, al que habían dado muerte, y crearon un ser nuevo. Así, pues, el hombre participa de lo divino y de lo terreno y es "la  imagen  de   los dioses". Los antiguos babilonios eran politeístas y rendían culto a una gran cantidad de dioses, se conoce con certeza más de 3000. El dios principal era Anu, "padre y rey de dioses", claro que está que después el principal paso a ser Marduk, luego de que este derrocara a Anu y fuera proclamado jefe de los demás dioses, de esta antigua civilización.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario